lunes, 12 de noviembre de 2012

Gymkhana digital por la ciudad de Málaga

LARA ESPINAR MEDINA
Segundo Encuentro Estatal de Consejos de Infancia y Adolescencia

La gincana por las zonas del casco antiguo y del Puerto de Málaga tuvo lugar en la tarde del sábado. Los organizadores reunieron a todos los niños en la “Sala de la Alcazaba” del albergue, 120 en total, dónde dividieron los grupos para la carrera y explicaron las normas del juego.



Mientras los niños se dirigían a la sala para la reunión jugaban en los pasillos del albergue y cuando veían a la prensa pedían ser entrevistados. Les encanta ser escuchados, y al fin y al cabo, conseguirlo es el propósito de estas jornadas infantiles.


En la reunión los chicos estaban sentados en el suelo, como en una asamblea, a la espera de la formación de los grupos del juego.
Fueron divididos en tres grandes equipos, llamados los “Biznaga”, los “Boquerones” y los “Espetos”, cada cual se dividió en varios subgrupos de ocho niños.
Se entregó a cada miembro un chaleco con el nombre del grupo y diferente color según el equipo: morado, celeste o verde.



 Cada grupo contó entre sus miembros con un voluntario y un “anfitrión”, pues uno de los niños debía ser de Málaga para ayudar al grupo a guiarse por la ciudad.

Una vez formados los equipos, los chicos, siguiendo las instrucciones de los monitores, cogieron algo de abrigo, pues el día era frío en Málaga, y subieron a los autobuses.
Por primera vez desde su llegada, la lluvia dio tregua a los niños para poder disfrutar de las actividades al aire libre.

Los grupos llegaron al centro de la ciudad y se dio comienzo a la carrera. Cada equipo llevaba consigo una tableta electrónica en la que iban leyendo las pruebas que tenían que ir haciendo. 
Los retos consistieron en resolver enigmas como por qué la catedral de Málaga es conocida como “la Manquita”, hacer preguntas a la gente de la calle o lograr información sobre lugares emblemáticos de la ciudad . Cada prueba superada guiaba a los grupos hasta la siguiente parada y así hasta completar el recorrido.

Los niños no se preocupaban por ganar, iban caminando despacio, mirando cada calle, cada casa, cada comercio, cada persona…mirando Málaga, y disfrutando de lo nuevo, de lo desconocido, y también de la compañía de sus nuevos amigos.

Todos los recorridos finalizaron en la Plaza de la Marina, dónde se fueron juntando uno a uno los grupos que iban terminando su carrera.
No importaba quien llegara primero o último porque no había premio alguno para los ganadores. El objetivo de la gincana era transmitir un mensaje, un mensaje que se formó sílaba a sílaba sobre el suelo de la plaza, con las piezas que cada grupo traía cuando llegaba.

Los niños correteaban y jugaban unos con otros en la plaza mientras que esperaban la llegada de todos los equipos.

Antes de marcharse para cenar, ya a las 9 de la noche, todos los miembros del Congreso Infantil: Los niños, adolescentes, los voluntarios, los miembros de los consejos y los organizadores, formaron un gran corro unidos de las manos y comenzaron a hacer juegos y bailes, mientras la gente que pasaba por allí miraba curiosa.
Con la llegada de los últimos equipos todos, niños y mayores, se colocaron en torno a la frase formada por las tarjetas para hacerse la “foto de grupo”.






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